Precio medio: 20-25 €
Abierto todos los días
Es fácil saber cual es la moda en esto de la gastronomía. Haz esta prueba: pasea por tu barrio y cuando veas un local de comidas nuevo fíjate en su especialidad: casi seguro será peruano, japonés o mexicano. Entre ellos anda el juego. Aquí va uno de los últimos, que acaba de plantar bandera en mitad de Chueca. Colores vivos, espacio diáfano y gente amable detrás de la comandas. A este Chirrión lo apodan ‘antojitos & margarita bar’ y bien puedes comer con eso que te recomiendan: o sea, unos antojitos –como nuestros primeros platos- a elegir entre densas gorditas, ligeros sopes o unos ricos tamales, que se suman al cóctel supremo del país. Otra manera de atacar la carta es pedir un vivificante caldo xochitl para luego disparar a los tacos, por ejemplo al pastor, al de tinga de pollo y al cholín, todo ello maridado con una cerveza de allá, rubia y bien fría. Y para terminar, haciendo patria, un flan de cajeta.
El ambiente. Animado, con gente del barrio y con otros de paso que deciden tomarse la primera aquí y que, ya que están, se animan con un guacamole, unas quesadillas…
La carta. Fíate a ciegas, porque es el nuevo restaurante de los dueños del mestizo. Atrévete con el alambre de ternera y con el pollo poblano.
Para beber. Tres opciones: cerveza (rubia o negra, con picante, con sal o sola, tú eliges), cóctel margarita y, solo si eres muy macho, tequila solo.
La carta. Fíate a ciegas, porque es el nuevo restaurante de los dueños del mestizo. Atrévete con el alambre de ternera y con el pollo poblano.
Para beber. Tres opciones: cerveza (rubia o negra, con picante, con sal o sola, tú eliges), cóctel margarita y, solo si eres muy macho, tequila solo.
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