Restaurantes tipo 'Wok', ¿merecen la pena?



Al menos en nuestra ciudad han proliferado multitud de restaurantes de buffet libre asiático, en los que la palabra Wok suele aparecer en su nombre de alguna manera.
La mayoría suelen ofrecer un batiburrillo de platos que van desde los clásicos de los restaurantes chinos (rollitos, tallarines, pollo al limón) hasta el sushi (casi siempre deleznable), incluyendo normalmente una plancha de acero en la que te preparan teppanyaki (carne, pescado, marisco o verduras a la plancha).
Con su precio ajustado, son una opción que mucha gente tiene en cuenta a la hora de ir a comer fuera, pero nos preguntamos: ¿Merecen la pena? La respuesta es que no siempre, así que le hemos estado dando vueltas a cómo distinguir el trigo de la paja y acertar a la hora de elegir un buffet libre.

Normalmente, la mayoría tienen un precio muy similar, menos de 10 euros a mediodía y alrededor de 13 euros por la noche y los días festivos. Por ese precio podemos comer todo lo que nuestro estómago dé de sí, pero hay que tener en cuenta que la bebida no está incluida y no suele ser barata, así que tened en cuenta este punto.
Nuestra experiencia en este tipo de locales es que no siempre es mejor el más caro, aunque tampoco es recomendable ir a los exageradamente baratos salvo para salir de un apuro.

En el caso de los buffets libres el tamaño sí que importa. Cuanto más grande mejor, porque cuanta más clientela estén preparados para recibir, más variedad de platos ofrecerán, y tener más para elegir siempre está bien.

Como hemos dicho, la mayoría ofrecen una plancha para prepara teppanyaki con aquello que nosotros escojamos de un surtido de alimentos sin cocinar (principalmente marisco y algo de carne y verdura). Sin embargo, en los restaurantes más grandes nos hemos encontrado también con una zona donde preparaban parrillada Argentina y también otra zona de crêpes y gofres.
Por eso nuestra recomendación es que, en caso de duda, escojáis el más grande, pues lo normal es que su oferta sea mayor.

Mucha gente, cuando va a un buffet, lo que quiere es que no esté muy lleno, como si la comida fuera limitada y no quisiera tener que pelearse por ella con el resto de comensales.
No obstante, lo mejor a la hora de comer en un buffet libre es que esté lleno a rebosar (sin llegar a la saturación, claro), porque eso nos garantizará que la comida se acabará y repondrá rápido, con lo que la posibilidad de encontrarse con algo que lleve horas en la bandeja se reduce y la mayoría estará recién salida de la cocina.
A menudo nos traiciona el subconsciente y el instinto de supervivencia, pero si conseguís superarlo y entrar en el que esté más lleno os aseguraréis más calidad. Si no os vale este argumento, siempre podéis aplicar el de: “si está vacío, por algo será”.

Resumiendo, a la hora de escoger un restaurante tipo Wok u otros buffets libres, el tamaño y la clientela son dos indicadores de variedad y frescura respectivamente. De todas formas, no esperéis delicatessen en casi ninguno de estos restaurantes, pero si lo que queréis es daros un atracón a marisco a la plancha (y con suerte también algo parecido a un bifé) sin tener que comer huevos con patatas el resto del mes, este tipo de restaurantes no son una mala opción.

Mery nos ayuda a cómo utilizarlo en casa sin necesidad de tener que salir a probarlo fuera:

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